Seguidamente, ha subrayado que este criterio no afectará a las políticas sociales "más profundas", aunque se trate de medidas o ayudas que se aplican sólo en Navarra y que, por tanto, podrían ser eliminadas. Entre estas medidas exclusivas de Navarra, ha citado el complemento de las pensiones de viudedad hasta alcanzar el SMI, las ayudas al ciclo educativo 0-3 años o los servicios sociales derivados de la Ley de Dependencia. También ha abogado por mantener todas las medidas tendentes a la generación de empleo y el fomento de la inversión productiva, al entender que se trata de "las mayores y mejores políticas sociales" y que "no hay mayor dependiente de la sociedad que quien, queriendo encontrar un trabajo, no lo encuentra". Me atrevería a recomendar al Presidente que muchos esperamos de las instituciones públicas una mayor apuesta y cobertura pública de los sectores productivos emergentes, que en los últimos tiempos emiten noticias de inversión en el futuro, pese a las dificultades.
La actual situación económica exige políticas adaptadas a los nuevos tiempos. Durante los 12 años de alto crecimiento ininterrumpido (1995-2007), las polítcas gubernamentales, al tener más ingreso derivado de la lógica carga impositiva a los beneficios económicos, se ha centrado en la ampliación políticas y coberturas sociales. Bien hecho, era lo que había que hacer. Así se contruye país. Ahora, con un crecimiento casi estancando, y una perspectiva de posible recesión (al menos, una ralentización severa del crecimiento) es preciso la adopción de políticas presupuestarias responsables y realistas, en el línea expuesta por el Gobierno de España para los próximos PGE de 2009, es decir: mantenimento del gasto social (porque son los más desfavorecidos los que más sufren las situaciones de crisis), así como junto a la inversión en infraestructuras, educación e investigación, para "atenuar las rigideces" del sistema productivo a medio plazo y hacer frente a una coyuntura económica desfavorable. Las menores tasas de crecimiento llevarán, obviamente, a un deterioro del saldo presupuestario, por lo que se impulsará la actividad económica a través de una gestión austera del gasto público, con la única excepción de las partidas antes mencionadas para el gasto social y el gasto productivo para reorientar el modelo de crecimiento.
Todo ello manteniendo el eje de la estabilidad presupuestaria para la puesta en marcha de reformas sectoriales y la mejora del marco regulador con el fin de impulsar la actividad y competitividad de las empresas y servicios españoles, que es lo que, vredaderamente, genera crecmiento socioeconómico.
En esta linea creo que se enmarcan las declaraciones de Sanz (salvo alguna salida de tono habitual y que nada suma), siguiendo la estela marcada por el PSN, a través de sus portavoces ejecutivos y parlamentarios en materia económica, de apostar por una política presupuestaria responsable y de contención, pero sensible a la protección de los sectores sociales que más pueden sufrir la crisis así como a la inversión en sectores y servicios que puede impulsar, de nuevo, el crecimiento, como son las infraestructuras, la educación y la investigación.
Son tiempos complicados, pero nada ganamos si nos instalamos en la inoperancia, el pánico, la irresposanbilidad o la demagogia (a la que algunos, desde algunos extremos de los espectos políticos instalados en intereses partidistas, son muy dados). Es preciso que nuestros representantes políticos ejerzan de lo que son y se les retribuye, servidores de la "res pública" acorde con los tiempos problemáticos, asumiendo que en los momentos de dificultades también surgen oportunidades de superación y mejora.
1 comentario:
Quizás sería bueno fijarnos en el modelo finlandés para ver cómo modernizaron su economía y convirtieron el país en un plazo bastante breve en uno de los más desarrollados, aunque personalmente, no veo actualmente ni en el PSOE ni en el PP la capacidad de liderazgo transformador para llevarlo a cabo. Ni en España ni en Navarra.
Publicar un comentario