"Atletas y delegaciones olímpicas se quedaron satisfechas con las medidas aplicadas por Pekín en la lucha contra el sida", señala Xinhua, que cita a fuentes del departamento de salud del Ayuntamiento de Pekín. El Ayuntamiento pekinés, además, completó su apoyo a la campaña de lucha contra el sida repartiendo otros 400.000 condones gratis en 424 hoteles de tres o más estrellas, en los que también se repartieron panfletos educativos (un total de 250.000). Los organizadores chinos colaboraron durante los Juegos con Naciones Unidas y su programa de lucha contra el sida (UNAIDS), repitiendo así anteriores exitosas colaboraciones.
Cachondos la chinada, sí señor.
Pues sí, amigos/as 480.000 profilápticos a costa (y con la excusa) de los Juegos Olímpicos. En esta cita olímpica particparon 10.500 atletas, es decir, que no salen a 8 coitos de media por sujeto/a. Aunque en esto, amigos míos, las medias no sirven, y no triunfa quien quiere sino quien puede. Seguramente el Barón Pierre de Cobertain, promotor de los mismos en ésta era moderna, no pensó en crear una masiva bacanal...pero no hay que negar que es tan satisfactoria o más que la propia consecución de los éxitos deportivos.
Las competiciones deportivas siempre han sido una buena excusa para el arte del cortejo y la consumación (incluso algún que otro braguetazo, como el caso de un olímpico de balonmano en los juegos de Atlanta 96). Esta bien que las tensiones y la adrenalina no tengan como único escape el fluido del sudor, y seguramente que de Pekín han nacido frustíferas relaciones, como fueron el caso del semidios Michael Phelps y Stephanie Rice (en la foro, ¿flechazo en Pekín?).
La verdad, es que en este puñetero mundo, se gardece que la gente, por unos días, se libre de problemas y se dedique a explotar las posbilidades que la naturaleza nos ha dotado. Que ya es bastante trsite con observar a ciertos individuos que ejerecn la hipocresía sin rubor.
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