lunes, 15 de septiembre de 2008

José Martínez Bermejo, Florentino Rubio,...hasta 3.000

Ya he dado mi opinión en otros post y ocasiones, no obstantes, existen historias que por proximidad llegan a lo más profundo del corazón. En el blog de un buen compañero de andanzas pasadas y espero que futuras, Oscar Alonso, se recoge el homenaje a un tio abuelo suyo fusilado en 1936 (a los ¡¡¡15 años de edad!!!), así como otras experiencias de la imposición del orden de la España de Franco. Os recomiendo encarecidamente su lectura.

Y una vez que ésta se haya producido, reflexionar acerca de la idea, para una familia, de recibir, sentir y llorar en la intimidad los restos del ser querido, más allá de las ideologías políticas. No entiendo, como en pleno siglo XXI, a alguien le pueda inquietar la justicia necesaria para que los represaliados por la indignidad recuperen la luz del día y del honor arrebatado.

Nadie ahora puede atribuirse la representación de los dos bandos. Somos muchos los que descendemos de hombres y mujeres de todas las ideologías. Aun sin significación, mis dos abuelos lucharon (por narices) en el bando vencedor, a la vez que un tio abuelo mio, Florentino Rubio, fue fusilado, el único, de Torres del Rio (Navarra).

Unámonos todos en la voluntad de concordia y homenaje, desenterrando de forma digna los restos a la vez que recuperando su recuerdo, no para dividir sino para aunar.

1 comentario:

Óscar Alonso Toledo dijo...

¡Gracias por el crosslinking! Es lo que tienen estas historias, que deberían hacer comprender a la derecha que no se puede hablar de herida cerrada mientras no se rehabilite su memoria. Yo tengo claro que este país podrá empezar a pasar página cuando la derecha asuma también los errores del pasado, no antes.