Los sábados aporovecho algunos ratos para navegar por navegar por la red. Navegando, por causlidad, me encontré hace un tiempo con esta "entradilla" de una de las series de dibujos de animados favoritos de mi infancia "Rui, el Pequeño Cid" que describía las andanzas infantiles imaginarias de un personaje real Don Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid". La serie, a parte de ser muy entretenida, llena de aventuras y situaciones graciosas (que era lo que me gustaba a mis poco más de 8 añitos, allá por 1983) nos instruía, indirectamente, la curiosidad por episodios de nuestra historia. Efectivamente, ya a los catorce años, relacionando, es cuando leí "El Cantar del Mio Cid".
No es esta una muestra de nostalgia gratuita, ni pretendo convencer de las virtudes de la programación infantil de entonces frente a los defectos de la presente (esa opinión me la guardo), sino únicamnte hacer un ejercicio de recuerdo gratificante y animar a la chavalería de hoy en día a interesarse por los clásicos de la literatura.
1 comentario:
Yo recuerdo con nostalgia "La bola de cristal". Echando la vista atrás fue un programa muy rompedor pero que en absoluto tiene que ver con algunas cosas que los niños de ahora consumen.
Hay frases emblemáticas que no se olvidan: "tienes 15 segundos para imaginar, si no se te ha ocurrido nada a lo mejor deberías ver menos la tele", o aquella de "si no quieres ser como ellos, lee". Y por supuesto recuerdo especialmente aquella de la bruja Avería: "¡¡¡viva el mal, viva el capital!!!".
Besos Javitxu.
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