"Me estoy muriendo". Hace ya unos días que una noticia nos sacudió a los aficionados culés (y a todos en general): nuestro entrañable Sir Bobby Robson, técnico del Barça en una única temporada (1996-97, con Jose Mourinho de seguno, la temporada histórica de Ronaldo en Can Barça, el de sus golazos ante el Compostela y el Valencia, el del 5-4 en la histórica remontada ante el Atlético de Madrid en la semifinal de la Copa del Rey,...) esta perdiendo la batalla por la vida. Un cancer de pulmón que le consume desde 1991 es el culpable.
Bobby Robson me queda en la memoria por varias cuestiones: porque tuvo el valor, al ser el primer técnico de la era post Cruyff de aceptar un reto y ganarlo (ganó tres de los cuesttro títulos que disputó, todos excepto la Liga), porque encajó con una caballlerosidad una inmerecida actitud premeditadamente desleal de la directiva de Lluis Nuñez....y sobre todo por el tipo de persona que es y el sello que nos dejó en España, alejada de la altivez de Cruyff o el soez de Van Gall. Sir Bobby Robson es de aquellas personas que extrañamente son perfectamente capaces combinar inteligencia, caballerosidad, brillantes y sencillez.
En este mundo del futbol, tan propicio en ocasiones al efectismo vacio y artificial, se agredece que lo engrandezcan figuras como la de Sir Bobby Robson, y nos hagan seguri creyendo en la grandeza de este mágnífico deporte.
Un fuerte abrazo y homenaje
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