miércoles, 20 de agosto de 2008

El debate del modelo energético

En los últimos meses, debido a una combinación de factores coyunturales y estructurales como han sido la evolución de los precios del petroleo, el incesante aumento de la demanda energética mundial (debido al desarrollo industrial y económico de colosos como China o la India) y, derivado y a causa de todo ello, la contaminación atmosférica debido, sobre todo, a la emisión de gases de efcto invernadero debido a la combustión de combustibles fósiles se viene produciendo un debate intenso entorno al modelos energético del que nos dotamos y, especialmente, del uso de la energía nuclear, sino como remedios más psocitivo, sí el "menos malo" o el (parece increíble afirmar esto ahora) el más adecuado para el desarrollo sostenible.
En este debate las posiciones son demasiado encontradas en ocasiones: por un lado, la postura extrema del ecologismo que ve en la energía nuclear como la causa de un futuro cataclismo (por ejemplo, Greenpeace) y por otro, los foros que describen esta forma enérgética como una panacea total (el demominado Foro Nuclear, por ejemplo). Como ocurre en estos casos, ni tanto ni tan poco.
Reconozco que con el tiempo he ido modulando y moderando mi posición al respecto. En estos momentos, no la tendría definida pasando de una convicción absoluta de la falta de necesidad de la misma a una posición reflexiva. Esta reflexión interna (que creo es compartida por muchísimas personas) esta motivada principalmente en el grave problema de las emisiones abusivas de los gases de efecto invernadero. En este caso, estoy convencido de la necesidad de asumir los compromisos del Protocolo de Kyoto para, si no reparar, si detener la situación involutiva que estamos viviendo a nivel medioambiental. Para ello ello es preciso la asunción de um modelo energético que pases por evitar el uso indiscriminado e irresponsable de los combustibles fósiles y el uso de energías aleternativas.
Dentro de esta fuentes alternativas estan el uso de energías renovables cuya característica principal es su inagotabilidad y la limpieza parcial de las mismas (aunque su producción masiva tiene otros efectos negativos como el impacto paisajístivo, el efecto en el medio natural o el alza de precios de sus materias primas).
Y, por otro lado, el uso de la energía nuclear que tiene como principal característica es la alta cantidad de energía que puede producirse por unidad de masa de material utilizado en comparación con cualquier otro tipo de energía conocida por el ser humano. Pero que igualmente genera graves problemas a la hora del procesamiento de los residuos nucleares, así como la segridad de las centrales de producción tanto en lo referido al proceso productivo como a la seguridad de las instalaciones frente a ataques terroristas, por ejemplo.
En todo caso, quizás el futuro de la actividad energética venga derivada de una serie de factores combinados que hacen de la necesidad virtud: apuesta obligada por la reducción drástica de los combustibles fósiles, uso decidido y estructural de las energías renovables combinada la energía nuclear una vez vayan progresando (como así ha sido) los sistemas productivos (hacia la fusión nuclear, todavía en fase de experimentación, en vez de la fisión, la actual y más peligrosa) y de seguridad en términos de minimizar y eliminar los factores de riesgo.
Este es el debate y las posibles soluciones. A parte de un debate más profundo de la necesidad de rebajar ciertos hábitos de consumo en términos de moderación y responsabilidad para asumir los menos riesgos posibles en materia energética. Pero eso lo dejo para un próximo post.

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