Hola a todos/as. Ya estamos de vuelta tras una semanilla de asueto en la costa meridional catalana. Entre Barcelona y Salou (entre las comercas del Penedes, Baix Llobregat y el Tarragonés) existen múltiples placeres para disfrutar.
En Salou, punto de reposo y avituallamiento, la verdad es que es el típico lugar de "turismo de los Alcantara" (en recuerdo a los protagonista de la exitosa serie de TVE) aunque no se hace honor a su rica historia y origen griego. En dicho lugar te pudes encontrar toda la fauna veraniega que Carmen Posadas describía tras acertadamente. A destacar la Platja Larga...preciosa y empinada.
En La Pineda, con menos ambiente "fritura" que Salou, me recordaba a mi adoraba playa de Hendaya: Fina areba, casitas bajas,...la verdad es que muy tranquila (de día...) y preferible a Salou. Una playa en donde creímos divisar un bunker de la Guerra Civil en plena costa...me retrotraía pensando en la historia evocadora del pasado: No hay que olvidar que hace 70 años estos lares fueron testigos de las últimas ofensivas del ejército rebelde franquista tras su victoria en la Batalla del Ebro con los republicanos en desbandada. Lo más inquietante de esta stranquolas aguas es que, al fondo de la bahía, se divisaba la Refinería de Tarragona con un incesante traisego de petroleros que hacía recordar al Prestige.
Otro punto, el punto de las vacaciones, un decubrimeinto delicioso. es Sitges (en la foto, una vista desde la coqueta Playa de San Sebastían). Un preciosidad, una joya del Mediterraneo, cuna del modernismo catalán. Preciso pueblito con casas de verano de los "felices veinte" en donde la burguesía barcelonesa y los artistas del modernismo acudían en las décadas 20 y 30 del siglo pasado. Precioso paseo por la parte antigua, cara al mediterraneo. Contando con grandes infraestructuras tipo turístico de clase media (con lo que supone en lo positivo y negativo), ha sabido conservar los mejor de la época dorada de los años 20-30 del siglo XX. Ambiente de gran tolerancia, pluralidad, luz y color.
A parte, mención de una escapadita que hicimos a Barcelona, al Camp Nou para ver el paretido entre mi Barça y el Wisla Cracovia. Magnífica temperatura y buen ambiente en este majestuoso templo del futbol.
Lo dicho, semanita de placer combinando playita, lectura, descanso y turismo en cortos desplazamientos (nos quedaron pendientes algunas escapaditas, por ejemplo, a disfrutar de as fiestas de Gràcia a Calafell) . Y es que, amigos/as, hay que disfrutar de los "momenticos" y cargas las pilas para seguir dando lo mejor de nosotros mismos.
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