
Hoy los socialistas, libres de los complejos que algunos de sus dirigentes tuvieron en el pasado de ser "menos vascos" que los nacionalistas, y apostando por un estrategia que conjuga convivencia y progreso, se configura a los ojos de la mayoría de la ciudadanías vasca como una alternativa sólida, fiables y competente.
Desde la Comunidad Foral vecina y amiga como es Navarra seguimos con mucho interés éste posible cambio de gobierno, hacia un lehendakari progresista pero que también respete a Navarra y a los navarros, estableciendo relaciones bilaterales, de respeto institucional, de colaboración entre ambas comunidades, tal y como su ciudadanía quiere y desea, superando los cliches de confrontación que desde ambos lados de la muga nos dan la "murga" UPN, por un lado, y el nacionalismo vasco, por el otro.
Esta vez sí, el hijo de "Lalo", puede ser. Y esperamos que, desde 2011, con un lehendakari socialista en Navarra.
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