El momento de un obituario o de enfermedad grave de un personaje público es cuand se produce el mayor grado de oscenidades e hipocresías públicas. También en el caso de Pasqual Maragall, que recientemente ha tenido la gallardía de confesar que sufre el mal de Alzheimer.
El suyo es un historial de mucho peso sobre todo en la política catalana, pero por extensión también en la política española y europea. Gran activista antifranquista ya en sus años de universitario como militante del Front Obrer de Catalunya (FOC) ligado al Frente de Liberación Popular (FELIPE), tras licenciarse en Económicas Maragall fue funcionario en el Ayuntamiento de Barcelona hasta su elección como concejal en los primeros comicios municipales democráticos, en 1979, con su amigo Narcís Serra como alcalde. Alcalde de Barcelona desde finales de 1982 hasta 1997, cuando dimitió y fue sustituido por el también socialista Joan Clos, Pasqual Maragall ha sido el gran protagonista del gran proceso de modernización experimentado por la capital catalana en aquella época. Sus casi quince años de dilatado mandato municipal, sobre todo con el decisivo hito histórico de los Juegos Olímpicos de 1992, marcaron el más importante proceso de transformación urbanística y de modelo de ciudad vivido por Barcelona a lo largo de toda su historia. La Barcelona actual es heredera directa de la Barcelona de Maragall, que por este solo motivo tiene ya un lugar de honor en la historia de la capital catalana.
President de la Generalitat, de 2003 a 2006, tras una legislatura como jefe de filas del PSC en el Parlamento de Cataluña. Presidente del primer Gobierno tripartito de izquierdas de la Generalitat que rompió con casi un cuarto de siglo de sucesivos gobiernos de CiU con Jordi Pujol como president, Maragall tuvo muchos problemas internos pero logró aprobar un nuevo Estatut, algo que Pujol no consiguió en casi 24 años.
Tras el anuncio público de su definitiva retirada de la vida política activa a causa de su principio de Alzheimer, Pasqual Maragall ha recibido muestras de público reconocimiento y respeto no sólo por parte del PSC sino también de muchos de quienes durante tantos años han sido sus adversarios políticos. Desde las filas de CiU, ERC, PP, IC-EUiA y C’s, nadie ha regateado elogios a un Pasqual Maragall que piensa dedicarse ahora fundamentalmente a luchar no sólo contra el Alzheimer que padece sino también a sensibilizar a la ciudadanía sobre esta enfermedad.
En la coincidencia o discrepancia, no obsta para plasmar el reconocimiento de uno e los mejores alcaldes de la democracia española y referente de que la política ha des er un ejercicio libre y no encorsetado en la disciplina militar.
Animo Pasqual, seguimos esperando tus reflexiones para coinidir o polemizar, pero siempre para debatir en libertad.
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