Según la EPA que se ha publicado hoy, la crisis dispara el paro al 11,33% y provoca la primera destrucción de empleo en 14 años. El paro ha aumentado en 217.200 personas en el tercer trimestre del año respecto a los tres meses anteriores, con lo que el número total de desempleados se ha situado en 2.598.800 y la tasa de desempleo ha subido a su nivel más alto desde principios de 2004 al llegar al 11,33%, desde el 10,44% del segundo trimestre. Y las perspectivas no son nada halagüeñas: esta tendencia se mantendrá hasta final de año y se prorrogará en 2009 aunque, a la velocidad que está aumentando el desempleo, la previsión del propio Gobierno de la Nación de cerrar el próximo ejercicio con una tasa del 12,5% podría superarse antes de los esperado.
En lo que respecta a las Comunidades Autónomas,
Navarra sale especialmente malparada al ser la comunidad con mayor destrucción de empleo: el paro subió en el tercer trimestre del año en trece comunidades autónomas, especialmente en Navarra (27,32%), Murcia (24,69%), y La Rioja (23,27%), y bajó especialmente en Cantabria (9,05%). El paro también creció especialmente en Cataluña (17,32%), Baleares (14,93%), Andalucía (14,01%), y País Vasco (13,54), además de en la ciudad autónoma de Melilla (26,84%).
En cuanto al estudio por sectores, a nievel del Estado, la EPA señala que sólo servicios muestra datos positivos. El más afectado vuelve a ser la construcción, que ha perdido 134.800 puestos de trabajo en este trimestre (un 5,4%) y 354.200 (un 13%) en el último año. En la industria se han destruido 45.600 empleos (un 1,4% menos) y en la agricultura 31.900 (una reducción del 3,6%) en relación con el trimestre anterior. En el lado contrario, se han creado 133.400 nuevos empleos en los servicios entre julio y septiembre (0,97%) y 257.600 en el últimos año (1,9%). La tasa de temporalidad practicamente es la misma (el 29,53% frente al 29,4% del trimestre anterior), resultado de que 99.100 asalariados con contrato indefinido han perdido su empleo y de una caída de los trabajadores contratados temporalmente de 7.700.
Aunque hablemos de datos macroeconómicos, la incidencia directa en la microeconomía de los españoles es directa y total. Si alguna ciencia macroeconómica se siente como un especial drama ciudadano es el empleo (o desempleo en este caso). España se ha despertado abruptamente del sueño de conseguir el pleno empleo a estar hablando de haber desandado el camino recorrido en los últimos 10 años.
El crecimeinto económico vinculado a un proceso especulativo, en donde la apuesta por el valor añadido, las patentes y la productividad se ha dejado de lado, o almenos, no se ha priorizado ha hecho que la población activa española sea dramaticamente sensible al estallido de la "burbuja" inmobiliaria que también se lleva por delante a bastantes empresas del sector industrial que dependen del sector de la construcción (químicas, ferralla, trasnportes,...).
Es precio que incluyamos medidas para, fortaleciendo por supuesto también el sector de la construcción, apueste por empresas de valor añadido, es decir, creadoras de patentes e innovación a la vez que de empleo. España ya no debe ser un pais productor, ensamblador o de montaje. No podemos competir en éste aspecto con otras economías de menores rentas (y costes salariales) que la española, como las de Europa oriental, Magreb o Asia.
Es precio que establezcamos, desde el diálogo social, medidas que incide formación de los trabajadores (reglada y continua), políticas de promoción del empleo estable al mismo ritmo que la flexibilidad con seguridad necesaria para atajar las fluctuaciones del mercado, apuesta decididad (de verdad verdadera) por las empresas que apuesten por la innovación, fomentar sectores industriales emergentes (como el energético o el de industria agroalimentaria),....etc.
Todo para no repetir un modelo especulativo, carente de espíritu de reinversión del beneficio, que es el causante, en gran parte, de la situación que estamos viviendo.