Quicio

Hay cosas que particularmente me sacan de quicio.

Recientemente, Raquel Martínez Duval, ex concejala del PP en Vitoria, fue detenida acusada de un presunto delito de estafa inmobiliaria. Duval facilitaba viviendas protegidas a cambio de 18.000 euros, según informa la prensa vasca. Esta presunta impresentable era concejala encargada de los servicios de Juventud, Mujer y Cooperación al Desarrollo en la legislatura 1999-2003, fue expulsada del PP en 2004 “porque usaba las siglas del partido en beneficio personal”.

La corrupción en general es uno de lo males mayores del funcionamiento de las administraciones (reciente tenemos el ejmplo de la auténtica banda de apandadores que cobraban por dar licencia en el Ayuntamiento de Madrid), pero cuando esta se convierte en forma de "saquear" los bolsillos al personal currela que busca vivienda, la sangre nos sale por los ojos. Es equiparable a aquellos impotentes que reclaman favores sexuelas para ascender a tal o cual persona.

Esa posiciones de poder refelejan un interior no ya mezquino, sino absolutamente enfermo y falto de amor propio.

Espero que la justicia actúe en consecuencia.