Un día fui al jardín de Pablo,
todo él giraba
en torno a un árbol centenario.
Profundas raíces tenía
y su sombra era alargada
y, sobre el tronco
una yedra y un rosal se enredaban.
Hasta la copa, de hormigas había un sendero
que, seguía un camino
siniestro y lleno de espinas,
maquiavelicamente torneado.
Tal era su oscuridad
que los pájaros no cantaban,
y las cicatrices de las ramas
lloraban sin llanto.
Y sin embargo allá arriba,
en lo alto de la copa,
lo oscuro se tornaba blanco
y rojas rosas resplandecían
indiferentes a su tallo.
Surgido del genio de Jon Ander C.F.
todo él giraba
en torno a un árbol centenario.
Profundas raíces tenía
y su sombra era alargada
y, sobre el tronco
una yedra y un rosal se enredaban.
Hasta la copa, de hormigas había un sendero
que, seguía un camino
siniestro y lleno de espinas,
maquiavelicamente torneado.
Tal era su oscuridad
que los pájaros no cantaban,
y las cicatrices de las ramas
lloraban sin llanto.
Y sin embargo allá arriba,
en lo alto de la copa,
lo oscuro se tornaba blanco
y rojas rosas resplandecían
indiferentes a su tallo.
Surgido del genio de Jon Ander C.F.
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