Lluvia exterior, sol interior

Esta mañana, parte de mi familia y yo nos hemos trasladado a Arrasate-Mondragón a participar en el homenaje que se ha tributado a Isaias Carrasco, ex concejal del PSE-EE de la localidad, asesinado por ETA justo hace un año en la puerta de su casa, en un barrio obrero, cuando se salía ha realizar su jornada laboral como cobrador de peaje de la AP-1.

Lluvia exterior. Conforme nos acercábamos a Mondragón, a atravesando, desde Alsasua, localidades como Zumárraga o Bergara, recordaba las dificultades de ejercer la libertad en esta zona, de no solo ejercer, sino ser y mostrarse diferente.

Tras el homenaje, hemos tenido la oportunidad de "potear" con algunos compañeros de Mondragón, Lazkao, Bergara o Hernani, unos concejales o cargos orgánicos, otros militantes de base. En todos ello, compartiendo un zurito y pintxo mientras hablábamos de política en común y en libertad, mientras coméntábamos el futuro a corto, medio y largo plazo. Sol interior. He visto en su caras y en sus expresiones la continuidad histórica el socialismo democrático vasco, que hunde sus raices, precisamente y entre otras, en estas localidades obreras de las riveras del Deva y el Oria. Un socialismo democrático que es hoy resultado de la fusión de oriundos y aquellso que, desde otras tierras, aportaron su esfuerzo al desarrollo de esta zona, esos a los que algunos, hoy en dñia, siguen negándols la legitimidad plena para poder decidir en igualdad de condiciones.

Y hemos visto esperanza y determinación. Esperanza en el cambio, y determinación en la pauesta porque, por primera vez en la historia, un lehendakari socialista derribe muros de hipocresía y construya lazos de tejido social. E indignación con la reacción de propotencia y autoritarismo de los que se han llegado a confundir a un proyecto político con el propio ser del país, con los que han venido ejerciendo un sentimiento parimonialista de las instituciones.

Nos vamos de Arrasate-Mondragón hacia nuestra vieja Iruña, satisfechos, reconfortados y convencidos en que el cambio es imparable porque no es sino la demanda de la base social que lo ha impulsado.

Y para todos ellos y ellas una bella canción de "The Beatles", titulada "Here comes the sun" (aquí viene el sol), tocada en el inolvidable "Concierto por Bangladesh" (1971).