Según wikipedia, la palabra desamortización hace referencia a un largo proceso histórico-económico iniciado en España a finales del siglo XVIII y cerrado ya muy entrado el siglo XX y que consistió en poner en el mercado, mediante una subasta pública, las tierras y bienes no productivos en poder de las llamadas «manos muertas», casi siempre la Iglesia Católica o las órdenes religiosas y territorios nobiliarios, que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y abintestatos.
Su finalidad fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado burgués durante la primera mitad del siglo XIX.
Su finalidad fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado burgués durante la primera mitad del siglo XIX.
Me viene a la mente este periodo histórico en el contexto del debate post electoral que se esta abriendo en la región vecina, Euskadi, a raiz e las reacciones de la dirigencia (que no inteligencia) del partido que ha gobernando Euskadi sin interrupción, solo o en compañía de otros, en los últimos casi treinta años. Lo último es la calificación del que se consideraba representante de la moderación jeltzale, Iñigo Urkullu, calificando nada mas y anda menos como de "golpismo" la simple posibilidad de que el PNV pase a la oposición en favor de un lehendakari socialista.
Contrasta esta patética actitud, con la desarrollada con el Presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Toruriño, no ya solo reconociendo la victoria del PP sino, desde el mismo momento de la noche electoral, poniéndose a disposición del futuro presidente para garantizar un recambio estable y tranquilo.
Y es que el PNV ha llegado a confundirse son la institución, al estilo del PRI mexicano (que gobernó durante casi siete décadas), y en donde se ha creado una red de intereses y clientelismo, así como de coptación y nepotismo propio de los regímenes coporativistas. Las pocas dudas que algunos podían tener de dar el paso definitivo, hacia un gobierno de cambio y progreso, presidido por Patxi López , se saldan escuchando las declaraciones que braman desde de Sabin Etxea.
Hoy mas que nunca, es preciso que la desamortización llegue a Euskadi, para que se inicie un cambio que acabe con el antiguo régimen, posibilite que éste se regenere en la oposición y haga posible un recambio institucional tranquilo y estable, para afrontar los retos inmediatos.
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